Una ceremonia íntima y natural al aire libre.
Para ellos lo esencial era disfrutar de una celebración completa al aire libre.
En un entorno natural, Rachel y James se dieron el sí quiero en una ceremonia íntima con invitados llegados de centro Europa. El escenario elegido, una hacienda de típica arquitectura sevillana y jardín, a las afueras de Sevilla. El color blanco predominante en la decoración se armonizaba con las paredes caladas de la casa logrando un perfecto efecto monocolor que enfatizó el motivo de la celebración.
Un delicado camino hacia el altar salpicado de pétalos de rosas blancas daba el toque de frescor natural a un cálido día de agosto. Y es que las celebraciones difieren según su estación, y así sus diseños y composiciones deben ser fieles a ello. En este caso, los novios de espíritu y tendencia muy natural, eligieron este entorno sevillano cuyo marco para ellos lo era todo.
Sin pretensiones, Titila se centró en potenciar los elementos tan característicos del Sur de España y que tanta demanda y valora el público extranjero. El color del albero, el uso del esparto, el bambú, así como la cerámica y el barro a la más pura esencia andaluza fueron combinados en armonía con los blancos elegidos, las salpicaduras verdes que regalaba la frondosidad del jardín y los matices naranjas que se usaron en mandarinas y naranjas, recordando, de nuevo, la cuidad destino elegida.
A menudo, menos es más. Prueba de ello, el resultado de esta cena dispuesta en impecables mesas imperiales, vestidas de blanco inmaculado y ataviadas de arreglos y menaje milimétricamente pensado, logrando un perfecto engranaje entre el lugar, la época del año, la identidad de los novios, su nacionalidad y las expectativas demandadas. Y es que cualquier elemento ha de ser tenido en cuenta antes de comenzar a identificar y construir propuestas.
No hay nada más enriquecedor y valioso para Titila que recibir con compromiso las demandas de nuestros novios venidos, como Rachel y James, de tan lejos y marcarnos como reto el proyectar grandes momentos y experiencias respetando cualquier detalle de su identidad que nos parezca clave a tener en cuenta y resaltarlo llegado el gran día. Y es que nuestra misión no es otra que regalar experiencias que brillen y perduren en la memoria de anfitriones e invitados para siempre.
Gracias Rachel & James por confiar en Titila. ¡Que seáis ahora y siempre muy felices!